El petróleo y las lentejas
Robert McChesney y Mark Weisbrot un profesor en comunicación y un codirector de un centro de investigaciones económicas y políticas me dejaron atónito con su “Visión del caso RCTV en Venezuela” publicada en El Tiempo Latino (29 de junio, 2007), básicamente reduciéndolo a una sencilla y racional decisión administrativa… digo algo así como si el expulsar a la fuerza los millones de trabajadores serios y honestos que se encuentran en los Estados Unidos de manera ilegal, pueda reducirse a una sencilla y racional decisión administrativa.
Aún cuando la descripción de los eventos de abril 2002 calificado como golpe por el gobierno, así como del papel que supuestamente jugó RCTV en él sólo provoca risas de burla o lágrimas de desespero, nadie puede negar el que RCTV haya sido un enemigo político declarado del Presidente, lo cual hace claro y evidente, a todos con dos dedos de frente y que se respeten, que el cierre fue sencillamente un vulgar acto de revanchismo político.
El que esos dos articulistas además se atrevan a vender esa medida administrativa como un “esfuerzo para permitir que millones de venezolanos que nunca han tenido una oportunidad viable de participar en los medios puedan hacerlo ahora, sin censura por parte del gobierno” es sólo otra evidencia del alcance de la chequera petrolera que da tanto para comprar botas militares en Venezuela, como platos de lentejas para profesionales en el exterior.
En Venezuela su presidente acaba de declarar que los 100.000 rifles kalashnikow rusos que compró para repartir no son suficientes así que tendrá que comprar más de ellos. Del otro lado los estudiantes de Venezuela recorren la calle repartiendo claveles. De acuerdo a quien de los dos lados apoyen, sabremos mejor quiénes son Ustedes.
Aún cuando la descripción de los eventos de abril 2002 calificado como golpe por el gobierno, así como del papel que supuestamente jugó RCTV en él sólo provoca risas de burla o lágrimas de desespero, nadie puede negar el que RCTV haya sido un enemigo político declarado del Presidente, lo cual hace claro y evidente, a todos con dos dedos de frente y que se respeten, que el cierre fue sencillamente un vulgar acto de revanchismo político.
El que esos dos articulistas además se atrevan a vender esa medida administrativa como un “esfuerzo para permitir que millones de venezolanos que nunca han tenido una oportunidad viable de participar en los medios puedan hacerlo ahora, sin censura por parte del gobierno” es sólo otra evidencia del alcance de la chequera petrolera que da tanto para comprar botas militares en Venezuela, como platos de lentejas para profesionales en el exterior.
En Venezuela su presidente acaba de declarar que los 100.000 rifles kalashnikow rusos que compró para repartir no son suficientes así que tendrá que comprar más de ellos. Del otro lado los estudiantes de Venezuela recorren la calle repartiendo claveles. De acuerdo a quien de los dos lados apoyen, sabremos mejor quiénes son Ustedes.
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