8 may. 2008

Venezuela y su récord de gasolina

Venezuela tendrá de todo… excepto unas elites responsables. Reflexionemos sobre donde nos encontramos en el caso de la gasolina.

La gasolina sin plomo, a tasa de cambio oficial, se vende en 4.5 céntimos de dólar por litro.

La sola gasolina, sin distribución, tiene hoy un valor en el mundo cercano a los 70 céntimos y con distribución debe estar cercano a 75 céntimos de dólar por litro... o más.

Algunos países le añaden impuestos hasta del 200% a su consumo y venden la gasolina en 2.25 dólares por litro.

La diferencia entre nosotros quienes menos cobramos por la gasolina y los que más cobran es como de cincuenta veces. Alguien tiene que estar loco de metras. Al comparar la calidad de vida de muchos de quienes la cobran cara tengo la impresión que nosotros estamos más cercanos a ganarnos ese calificativo.

Pregunto: ¿Cómo puede un político venezolano hablar de políticas públicas sin emitir una clara opinión sobre este disparate nuestro?

¿Dónde en la Constitución puede el gobierno encontrar un justificativo para regalar 70 céntimos de dólar por cada litro de gasolina a quien solo tiene la credencial de poseer un vehículo?

¿Donde en la Constitución existe una frase que permita deducir que el gobierno está autorizado a vender las cosas a su antojo por debajo de su valor? Si Alcasa estuviese vendiendo internamente sus lingotes de aluminio en el 6% de su precio internacional… ¿no estarían presos?

Si yo fuese parte de un sindicato de transporte público hace rato que hubiese demandado al gobierno de Venezuela por competencia desleal. Los bajos precios de la gasolina implican que menos gente use mis servicios y que además tenga que sufrir más colas. No hay países donde los dedicados al servicio del transporte publico estén mejor que en los países donde los precios de gasolina son verdaderamente altos.

Si yo fuese un pobre de los verdaderos pobres y alguien me ilustrase sobre lo que está pasando, pasaría a formar parte ipso-facto de una contra-revolución. Pero si para los que se creen unas finas elites tal locura parece no tener significado… ¿quién rayos ilustra al pobre?

Y ni siquiera he mencionado el ambiente sobre cuya protección tantos se dan golpes de pecho.

Cuando uno cuenta sobre lo de la gasolina en el exterior y se les asegura que no es un chiste, comienzan a discernir sobre si los venezolanos somos ridículos, idiotas o vagabundos. Lo más triste de todo es que esa discusión a mucho de los venezolanos les provoca gracia. Pues amigos a mí no… ¡a mí me provoca tristeza y vergüenza!

¿Que no queremos que ni un céntimo más le entre a este gobierno para que lo malgaste? Sin duda… ¿pero qué rayos tiene que ver eso con la necesidad de eliminar la locura? Cobre la gasolina al precio que tiene en el mercado y reparta el dinero a la gente. ¿Imposible? Lo será para el que no quiere.

La venta de la gasolina a 4.6 céntimos de dólar por litro constituye en la actualidad probablemente el acto más grande de corrupción que se haya conocido en la historia, no solo en cuanto a los montos involucrados sino además en términos de número de personas metidas en el guiso… ¿la mitad de los venezolanos?

¿Qué queremos? ¿Qué nos inscriban en el libro de Records Guinness? ¿Para que ellos se sigan burlando de nosotros? ¿Jóvenes de Venezuela, por favor dónde están?

19 mar. 2008

Las “manos blancas” y el orden internacional es lo mejor para defender nuestras fronteras

Muchos deseamos eliminar por completo la institución militar y adoptar un modelo tal como el usado por Costa Rica ya que aparte de lo peligrosamente malos que resultan en las gestiones de administración pública, también han perdido totalmente su relevancia para defender a la nación contra posibles enemigos externos, hasta tal punto que hasta se han convertido en una amenaza al solo proveer las excusas.

Hoy, en un mundo globalizado, un batallón conformado por nuestros jóvenes, con sus manos pintadas de blanco, colocado en nuestras fronteras, tiene una capacidad defensiva inmensamente superior a la que tienen todas las fuerzas militares venezolanas juntas.

6 mar. 2008

Apostando al ciudadano

Deseo ayudar a construir una nueva mayoría política en nuestro país, aquella que busca situar los recursos provenientes de la liquidación del petróleo no renovable directamente en manos del ciudadano, de una manera u otra. Hay dos razones fundamentales para ello.

La primera es que concentrar los ingresos petroleros en el gobierno, distrae su atención de lo que un gobierno debe hacer y lo convierte en sólo un distribuidor de recursos, mientras que igualmente el ciudadano, en lugar de trabajar todo el tiempo a favor de su familia y su país, cae en la trampa de buscar mendigarle favores al gobierno de turno.

La segunda razón es que sinceramente creo que 26 millones de venezolanos sabrán mejor que hacer con sus 26 millones de partecitas del ingreso petrolero de lo que un ocurrente de turno pueda inspirarse hacer él solo con todas ellas. Por lo menos, después de haber colocado el ingreso en manos de gobiernos variopintos durante 100 años y haber logrado tan poco, sería lógico y justo darle una oportunidad al ciudadano.

Creo en un Estado fuerte pequeño y eficiente, que apoya y no pisa; por lo que en ningún momento estoy predicando el debilitamiento del Estado, más bien lo contrario, al permitirle dedicarse a lo que debe y eliminarle la distracción que le representa el petróleo. En tal sentido, de llegar a ser insuficientes los ingresos del gobierno que obtiene vía sus impuestos ordinarios, cada uno de los 26 millones de venezolanos deberán asignarle al gobierno, una fracción igual de sus ingresos petroleros.

Reconozco que la tarea no será fácil, por cuanto se ha logrado impregnar la mente del venezolano con la idiotez que el darle una participación directa en la liquidación de sus activos petroleros, equivale a someterlo a un "rentismo" degenerativo donde termina emborrachado buscando poner en cinta a sus mujeres para tener más cuota partes del petróleo. Los que más discretamente expresan lo anterior, lo hacen con un "no somos suizos", sin reflexionar siquiera que mucho "menos suizos" son nuestros gobiernos.

Claro está que toda la clase política se opondrá a lo anterior… sean adecos, copeyanos, chavistas, militaristas, ya que ello le quitaría lo más sabroso para ellos de gobernar a Venezuela y los dejaría en la incómoda situación de tener que gobernar como gobiernan otros gobiernos, de países que no tienen petróleo.

Buscando despertar al venezolano interpelaría al ministro de energía y al presidente. Al primero le preguntaría: "Si en lugar de regalar el petróleo en el mercado interno se fuese a vender en su verdadero valor internacional… ¿a cuantos niños venezolanos le podríamos entregar por intermedio de sus madres un cheque mensual de 80 dólares para que tengan con qué enfrentar algunas de sus necesidades?"

Ante una respuesta del… "cercano a los diez millones de niños y jóvenes venezolanos" me dirigiría entonces al presidente con un: "¿Y qué rayos espera usted para aumentar el precio de la gasolina y entregarle esos cheques a las madres de esos muchachas y muchachos para así ayudarles a enfrentar el aumento de los precios de los productos tan necesarios para que por lo menos haya productos?".

Ahora bien, chávez, no crea que usted pueda aumentar la gasolina y quedarse con los reales. Si busca hacerlo le garantizo una explosión social peor que la del 27 de febrero de 1989… ya que en estos momentos su credibilidad no alcanza siquiera la que tenía carlos andrés.